En estos últimos años, se hace hincapié en la necesidad de mejorar el proceso de Onboarding durante la incorporación de nuevos empleados a nuestra compañía. Las razones que fundamentan el origen de esto se basan en la necesidad de cualquier organización de captar y mantener al mejor talento, y en la concienciación que han alcanzado éstas sobre la importancia de los primeros momentos en los que cualquier persona asume un nuevo proyecto profesional.
La innovación implementada en el Onboarding Process tiene en cuenta las inquietudes, expectativas y miedos que cualquier profesional gestiona en esas primeras fases, con el objetivo de que su inmersión sea lo más favorable, rápida y personalizada posible. De esta manera, la organización busca que la persona asimile de una forma progresiva la misión, visión, valores, cultura y los procesos de la compañía, adaptándose profundamente a sus nuevas funciones a través de los equipos de los que forma parte.
Pero si de esto ya se habla extensamente en cientos de artículos y estudios, no se le presta tanta atención al impacto que generan estos nuevos modelos en los empleados que ya formaban parte de la empresa, ni cómo su implementación puede tener un efecto beneficioso no solo para el nuevo empleado, sino para la integración, compromiso e implicación del profesional que se encuentra ya en la organización.
Después de 10 años diseñando y aplicando metodologías gamificadas en la optimización del OnBoarding, hemos experimentado una serie de efectos positivos interesantes en los equipos ya existentes en las organizaciones, para la grande o pequeña empresa, ya sea con una más joven o arraigada cultura empresarial. Los principales beneficios de este proceso de integración innovadora para todo el equipo se podrían resumir en los siguientes conceptos:
1. Capilaridad: La transversalidad de su implementación genera interés no solo al nuevo empleado sino a toda la organización, fomentando la participación de todas las áreas y departamentos, y promoviendo el desempeño colaborativo.
2. Profesionalización: A la vez que mejora el acompañamiento de los nuevos profesionales, se incorpora el procedimiento de trabajo Buddy System en todos los trabajadores, despertando en estos sentimientos de responsabilidad, eficiencia y perfeccionismo. El incremento de su implicación en el traspaso esmerado de conocimientos y procesos mejora a su vez su desempeño, al sentir la necesidad de dar ejemplo a las nuevas incorporaciones.
3. Reconocimiento: Contar con profesionales en activo en la organización para mentorizar procesos de inmersión les otorga un grado de posicionamiento dentro de la compañía. La identificación de esos profesionales como garantes de la transmisión de los valores y estrategias corporativas, agradece su compromiso y dedicación con la misión y visión de la empresa.
4. Reconexión: Redescubrir los valores y la cultura organizativa mediante la transmisión de su esencia y conocimientos, recuperando la ilusión y motivación por el proyecto.
5. Acercamiento: Aproximación a la realidad de la organización de los altos directivos y managers, incentivando su participación en la recepción y operativa del proceso y en la transmisión personal de los objetivos estratégicos de la compañía a las nuevas incorporaciones.
6. Transparencia & Feedback: Los modelos tradicionales de OnBoarding pecaban de falta de seguimiento y centralización. La implantación de sistemas de retroalimentación constante entre las áreas de talento, managers directos y departamentos transversales promueven un feedback 360º dentro de la organización. La concienciación de los procesos existentes a través de un feedback constante entre todos los actores principales, promueve la relación y mejoras de los mismos gracias a una percepción global.
7. Frescura: Aprovechando la intensidad, conocimiento y energía del nuevo empleado e integrando las aportaciones de las nuevas incorporaciones en la organización, los equipos actuales se impregnarán y beneficiarán de su naturaleza (¡Ojo en hacer una buena gestión de los miedos internos!)
8. Reto: Generando un buen clima de entendimiento entre las nuevas incorporaciones y los equipos existentes, conseguiremos incitar al reto constante a través de la autoevaluación, promoviendo el buen hacer, incentivando la comunicación interna e implantando una cultura de la mejora continua.
Conviene tener presentes los posibles efectos colaterales negativos de la introducción de estas dinámicas en la plantilla, y la manera de minimizar su impacto a través de una estratégica gestión de contingencias… pero eso nos da para otro post.
De igual manera, se hace imprescindible incorporar un storytelling que englobe holísticamente todas las dinámicas existentes, facilitando las sinergias entre las diferentes áreas y actores, dotando de un sentido integrador y experiencial al proceso, y facilitando una ágil asimilación de contenidos y valores. La incorporación de mecánicas lúdicas puede ser un modelo, pero… ¿cuál es el tuyo?
En definitiva, sin menoscabar el ya profundamente demostrado impacto positivo de implantar procesos innovadores de OnBoarding hacia nuevos empleados, no es desdeñable tener en cuenta los beneficios que supone también hacia el crecimiento interno de la organización. En esta línea cabe destacar, no solo la mejora de sus procesos, eficiencia, adaptación y reducción de costes, sino el mantenimiento de un buen clima organizativo, que asegure un positivo employee journey y un ciclo vivencial memorable.
